Me vestí rápidamente y baje corriendo sin hacer ruido, para no despertar a mis padres ni a mi hermano.
Baje pero no vi a nadie, de repente apareció alguien por detrás y me tapo los ojos, entonces una voz me susurro al oído:
-ahora no nos puede interrumpir nadie …
Entonces me di la vuelta y sonreí tímidamente mientras le miraba, el corazón me latía muy rápido, en cambio el de el estaba tranquilo ,me aparto el pelo de la cara y me dijo nuevamente al oído:
- me gustas mucho Rous, se acerco y beso mis labios.
Me quede cómo anonadada, y empecé a sentir las típicas mariposillas en el estomago.
Nos sentamos en el balancín de fuera, me miro con cara triste y me contó un poco acerca de su vida, tenia un hermano pequeño que tenia 6 años, del que se ocupaban sus abuelos porque hace dos años sus padres habían muerto en un accidente de trafico cuando venían de una cena de empresa y el tras cumplir los 18 tubo que buscarse un trabajo, para poder mantener a sus abuelos, a su hermano y al mismo.
-Rous el piso en el que vivo no es realmente mió, es de mis padres pero me lo dejaron de herencia y me mude allí, porque la casa de mis abuelos es bastante pequeña.
-Puff, que palo más grande tubo que ser para ti, lo siento de verdad.-le respondí tratando de animarlo un poco.
-La verdad es que sí, pero este es un momento especial para mi y no quiero estropearlo así.- dijo.
Entonces decidí darle un abrazo.
Yo le conté parte de mi vida , de repente vi una luz encendida que provenía de la habitación de mi hermano y me tube que ir, me despedí de el.
-Me llamaras mañana?- dijo el.
-Si- respondí yo.
-Bueno entonces hasta mañana, no hagas ruido no vaya a ser que te pillen tus padres.
Me volví y le di un beso.
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